6 consejos para evitar que tu sanitario sea foco de infecciones

El COVID-19 puede sobrevivir también en el tracto digestivo

A nivel internacional, hoy se celebra el Día Mundial del Saneamiento, centrándose específicamente en un objeto: el retrete.

Si bien podría parecer un juego de parte de la Organización de las Naciones Unidas, en realidad, este objeto es de gran importancia para la salud de todos. En el mundo, millones de personas no cuentan con un inodoro, lo cual trae como consecuencia que estas enfermen por contaminación fecal.

Los retretes son esenciales porque evitan que se propaguen enfermedades mortales a través de las heces. Pero, la sola presencia de este instrumento no lo es todo, es necesario tener cuidado al usarlo (sobre todo en época de pandemia) y limpiarlo.

Según un estudio publicado en la revista Physics of Fluids, se comprobó que, al jalar la palanca del baño sin cerrar la tapa, se liberan gotículas microscópicas que pueden ser inhaladas y, por ende, contagiar a alguien más de alguna enfermedad. El artículo detalla que entre el 40 y 60 % de las partículas contenidas en el inodoro pueden elevarse y alcanzar una altura de aproximadamente 1 metro.

Dicha información es de considerarse, sobre todo porque el virus del COVID-19 puede sobrevivir también en el tracto digestivo y, por ende, en las heces. Por ese motivo, Malaquías López, profesor de Salud Pública y vocero de la Comisión COVID-19 de la UNAM, exhorta a que las personas no vacíen la taza del baño destapada; además, recomienda que se higienice la taza y el baño después de cada uso.

La pregunta que surge es la siguiente: ¿cómo desinfectar adecuadamente el baño?

1. Para cuidar tus manos y piel, recuerda usar guantes. Si son reutilizables, utilízalos exclusivamente para limpiar dicha área.
2. Cuando limpies el inodoro, baja la cadena y, después de que se llene otra vez, agrega ½ taza de blanqueador. Frota con un cepillo para retretes y deja reposando durante 6 minutos antes de volver a bajar el agua.
3. Para limpiar otras partes, como el lavabo, algunos objetos o el exterior del inodoro, usa la mezcla de cloro con agua, pero solo para superficies resistentes al blanqueador. Estas deben permanecer mojadas durante 6 minutos antes de enjuagar.
4. En el caso de la bañera, el procedimiento es el mismo, pero enjuaga con agua tibia.
5. Recuerda no usar el cloro en agua caliente, ya que se liberan vapores tóxicos del producto y, a la vez, pierde su eficacia. Tampoco hagas mezclas de productos de limpieza, si acaso puedes mezclar jabón con cloro en agua fría.
6. Si utilizas otros productos de limpieza, recuerda dejar un tiempo de reposo para que actúen, no enjuagues inmediatamente según sea el caso.