4 actitudes que hacen que su matrimonio sea un campo de batalla

Aprenda a conquistar la paz en su hogar

Amar por su cuenta no es garantía de un matrimonio feliz. Obviamente, el amor es imprescindible, sin embargo, el hecho de que dos personas se amen no les garantiza que, al casarse, tendrán una relación feliz y duradera.

El error de muchas parejas es creer que el sentimiento que nutren el uno por el otro será suficiente para sustentar la relación, superar las diferencias y dificultades.

Pero, como suelen decir Cristiane y Renato Cardoso, autores del libro Matrimonio Blindado, el matrimonio feliz es un trabajo duro. Ellos son categóricos al afirmar que, si no hay empeño de la pareja en el sentido de convertir la vida de pareja en armoniosa, con actitudes de empatía, comprensión y respeto, el amor no será capaz de evitar el divorcio.

Para mantener la paz en su matrimonio, es importante estar atento para no dejarse llevar por algunas actitudes y reacciones que, si no son evitadas, con certeza transformarán su hogar en un campo de batalla. A continuación, relacionamos 4 de ellas:

1. Ofensas

Renato explica que, cuando existe insatisfacción, de una o de ambas partes, dentro de la relación, es común reclamar, exigir y criticar. Y, una vez siendo atacado, la tendencia es contestar a la altura. Y ahí se terminó la paz.

Aunque no sea fácil, en lugar de contestar, él aconseja tratar de entender lo que está sucediendo, pensar en una solución apropiada y actuar conscientemente sobre ella. Es mucho más eficaz, garantiza.

2. Peleas

Los problemas en la relación surgen cuando la pareja no logra lidiar con las diferencias de personalidades, gustos y expectativas. Y de los problemas mal resueltos surgen las peleas entre la pareja. Entonces, la única forma de evitarlas es impedir que esos problemas se mantengan entre ustedes, es necesario identificar la raíz y resolverlos, de lo contrario desgastarán la relación. “Su enfoque tiene que ser resolver el conflicto entre ustedes, cambiar la situación, y no luchar contra la otra persona. Es un error que usted crea que puede reparar al otro, cambiarlo a su gusto”, orienta Renato.

Él, incluso, aconseja invertir en el diálogo con su compañero, no solamente con palabras, sino también con gestos, actitudes y cosas que usted puede hacer por él. “Actos de amabilidad olvidados desde hace mucho, pequeñas cosas que agradan y muestran aprecio, demostración de respeto —todo eso dice mucho, y llega a donde las palabras muchas veces no alcanzan. Dar es la mejor comunicación”.

3. Competencia

Renato explica que el papel del marido es cuidar a la esposa que, a su vez, tiene el papel de auxiliar del marido. Es decir, ellos son un equipo que trabaja por un solo objetivo, que es hacer que el matrimonio funcione.

No puede haber competencia en el sentido de uno quiera ser mejor que el otro, o de quién gana más o quién es más exitoso, tiene más amigos, etc. Pues en un matrimonio, el éxito y la conquista de uno también son del otro. Eso es compañerismo: luchar y vencer juntos. El matrimonio de verdad no tiene competencias, tiene complicidad.

La única competencia que debe existir es la de quién agrada más al otro, sugiere el escritor. “La idea de Dios para el matrimonio fue que el hombre sirviera a la mujer y viceversa. Una competencia sana de quién es mejor con el otro. Eso es amor de verdad”.

4. Secretos

Como se mencionó en el punto anterior, un matrimonio de verdad se hace de complicidad, siendo así, no debe haber secretos entre la pareja. Todo, absolutamente todo, debe ser compartido con su cónyuge a fin de que no se rompa la confianza, que es la base de la relación. “Si falta confianza en un matrimonio, usted, prácticamente, puede tirarlo a la basura. Ningún matrimonio es sustentable sin confianza entre la pareja. O terminará en divorcio o los dos continuarán por otros intereses, pero lastimándose mutuamente todos los días que pasen”.

Y, para los defensores de la tan defendida privacidad, Renato deja un recado:

“Si usted quiere privacidad, no se case. No existe privacidad en el matrimonio. Si usted está casado(a), su cónyuge tiene derecho de ver su celular, su computadora, la cuenta bancaria y todo lo demás de su vida. Y si usted esconde algo, es porque no entiende nada del matrimonio o hay algo que teme”.

Para aprender más sobre cómo construir una relación saludable y feliz, participe todos los jueves en la Terapia del Amor, en el Templo de los Milagros, en Av. Revolución núm. 253, Col. Tacubaya, CDMX. Los horarios son 7:30 a. m., 10 a. m., 12 p .m., 4 p. m. y, especialmente, 7 p. m.