350 mil Pymes mexicanas cerraron por falta de recursos

Forbes México revela las 5 causas que llevan a las empresas al fracaso

En el periodo de 2012 a 2018, cerca de 350 mil micro y pequeñas empresas cerraron. Entre las razones más comunes fueron la falta de créditos, de financiamientos públicos e inconsistencias en la apertura de negocios, esto de acuerdo con información proporcionada por Alejandro Salcedo, presidente nacional de la Asociación Latinoamericana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas.

«Hubo cierre de negocios por la cuestión económica, la inseguridad y por falta de créditos y de apoyos reales. Nosotros calculamos que eso dejó un déficit de más de un millón de empleos directos», destacó Salcedo.

En su sitio web, Forbes México publicó 5 causas por las que una empresa puede fracasar, con base en una encuesta. Estos son:

• Ingresos insuficientes para subsistir.

• Falta de indicadores.

• Falta de proceso de análisis.

• Planeación deficiente.

• Problemas en la ejecución.

Por otra parte, mientras eso pasó con un gran número de empresas, unas cuantas lograron su desarrollo. Recientemente, en una entrevista dada al diario The New York Times, varios empresarios atribuyeron su éxito a la fe.

Un caso semejante al de ello es el de varias personas que han llegado a la Universal, buscando la ayuda de Dios, porque se encontraban en bancarrota.

No obstante, mediante las enseñanzas bíblicas, encontraron una o varias formas de resurgir en el ámbito financiero y ahora son una historia de superación que sirve de ejemplo para otras personas que llegan en la misma condición.

Puede ser que ese sea tu caso: perdiste todo y no sabes cómo recomenzar. De ser así, no eches en saco roto la oportunidad que también Dios te está dando para lograr cosas nuevas con tu fe. ¡NADA ESTÁ PERDIDO!

Recuperó la empresa que había perdido

«Tras divorciarme, me quedé con varios adeudos, ya que mi exesposo había empeñado cosas de la empresa que habíamos establecido, la cual perdimos. Si era difícil pagar los servicios de la casa y la comida, ¡cuánto más saldar el monto que debía! Y para empeorar las cosas, estaba desempleada.

Alguien me recomendó venir a la Universal. Aunque no sabía de qué se trataba, seguí las orientaciones que me daban. Más tarde, en una Hoguera Santa puse a prueba a Dios, ¡necesitaba un milagro! Él me atendió y hasta hoy no me ha fallado.

Gente que me debía comenzó a pagarme y así pude liquidar lo que tenía pendiente. También Dios me favoreció para hacer resurgir mi empresa, para establecer un restaurante y un negocio de souvenirs.

De ese modo fue posible comprar dos casas y tres autos del año.» -Andrea Gómez

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