3 de julio: aniversario del primer voto de la mujer en las elecciones federales

Mientras hay avances en ciertos aspectos, en otros, situaciones como la violencia aún permanecen

Un día como hoy, en 1955, las mujeres de México votaron por primera vez en las urnas para una elección federal. En la reforma de la Constitución, no solo se les otorgó el derecho a votar, sino también a ser votadas en caso de ser candidatas.

En ese momento, resultaron electas las primeras diputadas federales; nueve años después, se eligieron a dos senadoras, y en 1979 el país tuvo a su primera gobernadora estatal: Griselda Álvarez, quien gobernó el estado de Colima.

La modernidad demuestra que se han hecho grandes avances en torno a la participación de la mujer en la sociedad. No obstante, aun faltan retos por superar. Lamentablemente, uno que aún resuena es la violencia de género.

La Organización Mundial de la Salud estima que alrededor de una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual de parte de su pareja o terceros en algún momento de su vida. No obstante, la mayoría de estos casos son ocasionados por el cónyuge.

En México, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016, el 66.1 % de las mujeres mayores de 15 años han sufrido algún tipo de violencia, pero la mayoría (el 88.4 %) no denuncia a sus agresores. Esto se debe a que ellas consideran que tal acto fue algo sin importancia y no les afecta. Pero, el resto no lo hizo por miedo, represalias o vergüenza, sometiéndose a una vida infeliz.

Por ello, se lucha arduamente por ejercer el derecho y la defensa de la mujer, además de informarles a todas sobre situaciones así en caso de enfrentarlas (esto tanto para prevenir como para identificar y denunciar en caso de ser víctima). Y denunciar es esencial para evitar sucesos peores.

Distintos tipos de violencia: identifica y busca ayuda

Existen distintos tipos de violencia. Y, para reconocer algunos, la Fiscalía General de la República resume los siguientes:

• Violencia psicológica: cualquier acto que dañe la estabilidad psicológica, que ocasione depresión, aislamiento o baja de autoestima en la víctima. Es necesario buscar ayuda si el agresor te humilla, insulta, manipula, hace comparaciones destructivas o te impide realizar determinadas actividades.
• Violencia física: cualquier acto que ocasione daño no accidental, con uso de la fuerza física o algún tipo de arma u objeto que provoque lesiones internas, externas o ambas. Algunas confunden como caricias los golpes, empujones, jalones, entre otros tipos de daños físicos.
• Violencia sexual: es cualquier acto sexual, la tentativa de consumarlo u otro acto dirigido contra la sexualidad mediante fuerza o violencia física, sin importar la relación entre el agresor y la víctima.
• Violencia patrimonial: se define como toda acción que afecte la supervivencia de la víctima, ya sea con la retención de objetos, documentos personales, bienes, valores, derechos patrimoniales o control de los recursos económicos que la víctima destina para satisfacer sus necesidades. Pon atención cuando el agresor te quite, destruya o retenga tus bienes o pertenencias.
• Violencia económica: es toda acción del agresor que perjudique la supervivencia económica de la víctima. En otras palabras, abre los ojos si el agresor limita el uso de tus propios ingresos o te obliga a entregar tu sueldo.

Y recuerda: desde hace mucho tú tienes derechos, denuncia antes de que sea demasiado tarde.