3 de diciembre: Día Internacional de las Personas con Discapacidad

¿Acaso hay imposibles para ellos?

La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en el año 1992 que el 3 de diciembre será el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Esto con el fin de impulsar y promover los derechos de las personas con discapacidades en los diferentes ámbitos de la sociedad. Además, se concientiza a la población sobre la realidad política, económica, social y cultural que enfrentan los discapacitados.

Ante las dificultades físicas que suelen enfrentar, por lo general, se cree que los discapacitados son infelices y que no pueden lograr sus sueños. Esta situación algunos la asocian al fracaso. Sin embargo, quizá usted ha conocido casos en internet de muchos de ellos y que han logrado cosas que han asombrado a los usuarios de las redes.

Pero ¿qué pasa cuando se suma en la vida de uno de ellos el poder de la fe?

Renunciar o no de los sueños, es una opción de cada quien. En todo el mundo, no son pocos los que se han convertido en derrotistas y los motivos pueden ser varios, desde una desilusión hasta un simple desánimo ante el sacrificio necesario para alcanzar la realización del objetivo. La verdad es que entre desear y realizar existe un enorme puente. Solamente quien sigue con determinación hasta el fin puede alcanzarlo.

Thiago Helton Miranda Ribeiro es un buen ejemplo de eso. Así como muchos, él también tiene sueños. La diferencia es que él no se rinde, incluso enfrentando las peores barreras. Nacido el 27 de octubre del 1988, él siempre fue un niño como cualquier otro, saludable y feliz, que se destacaba por ser curioso, brillante, inteligente y sonriente con todos los que se le acercaban. Él forma parte de una familia cuya unión es tan fuerte que ya se volvió marca registrada. Ellos no se separan por nada.

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En un día, cuando salía al trabajo, el joven, que en aquel entonces tenía 20 años, fue víctima de un accidente en una calle transitada de Belo Horizonte. Sin que tuviera ninguna oportunidad de escapar, él fue atropellado y arrojado hacia arriba del vehículo. El impacto en el pavimento fue tan fuerte que su cuello se quebró por la mitad entre la cuarta y quinta vértebra de la columna cervical. Finalmente, le dieron a la familia le dieron el diagnóstico que no deseaba escuchar: Thiago quedaría tetrapléjico de por vida.

Con el regreso del chico a casa, todos necesitaban unirse aún más.

En esta ocasión el dinero era escaso y, para empeorar la situación, el padre quedó desempleado, lo cual trajo como consecuencia la aparición de otras adversidades –que ellos consiguieron vencer a través de la fe y el amor siempre presente en la familia.

“Es difícil describir qué es la total independencia de una persona con mi grado de afectación física. Pero la importancia de ella es extrema, pues si yo abandonara ese sueño, estaría condenado a depender de familiares o de la solidaridad de las personas por el resto de mi vida”, destaca Thiago.

Eso es lo que lo hace a una persona diferente. Él decidió volver a trabajar al mismo tiempo que retomaba la jornada de estudios en busca de una carrera pública. Él comentaba que el “mercado de trabajo es cruel para las personas con discapacidad. Los expertos del INSS querían jubilarme por discapacidad, pero no acepté. Yo no quería ver a mis padres frustrados a causa de mi situación. Estaba indignado y hoy vivo buscando una forma de vencer todas esas limitaciones. Quien ve mi exterior, ve a un tetrapléjico, pero internamente estoy de pie, más que nunca”.

Cuando tomó posesión de un cargo en el Tribunal de Justicia de Minas Gerais (TJ-MG), de inmediato se encontró con lo que sería un gran problema: las barreras físicas funcionales. Pero él consiguió crear sus propios métodos para contribuir con el departamento de justicia. Hasta que en 2012 comenzó en Minas Gerais la implementación del Proceso Judicial Electrónico (PJE) y, como ya tenía mucha facilidad con la informática incluso antes del accidente, terminó siendo elegido para ejercer como uno de los llamados facilitadores del sistema, ayudando a los demás servidores en dicho proyecto.

Thiago es un profesional exitoso. Un hombre que ama a la familia y la compañía de su perrito. Su hobby es la lectura y jamás dudó de sus ideales. Es osado y pocas veces puede contener el espíritu de liderazgo. Ganó popularidad no por su discapacidad, sino sí por las actitudes de tomar el frente de trabajos académicos, manifestaciones, protestas, además de ayudar siempre a sus colegas, mostrándoles que la discapacidad es un factor meramente psicológico – no está en las piernas, en los brazos o en una cadera, sino en la mente de las personas. “Mi fe en movimiento e indignación dentro de mí no permitirán que me rinda. Si no fuera por el Espíritu de Dios, me hubiera rendido ahí mismo. Pero, dentro de mí, siempre tuve la seguridad de que nada era en vano. Y así prosigo: mantengo mi fe.

Reconozco, mientras tanto, que, si no fuera por el despertar de la fuerza en mi interior que recibo en la Universal, seguramente ya habría renunciado, entregándome a las desgracias que el destino nos impone”.