“¿Por qué las cosas son más difíciles para mí?”

Descubra la razón y sepa aprovechar las dificultades para llegar a la victoria

Cuando usted casi está alcanzando lo que desde hace mucho lucha por conseguir, algo sucede y todo sale mal. Aquel contrato casi está cerrado, pero el cliente desiste. Y usted se pregunta: “¿Por qué para mí es tan difícil alcanzar las conquistas?”.

En algunos momentos, el propio Dios permite que cosas así sucedan para fortalecerle a fin de glorificar Su Nombre. Lo mismo sucedió con el pueblo de Israel cuando fueron liberados de la esclavitud.

“Y luego que faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados.” (Éxodo 13:17-18).

Había un camino más fácil y rápido para llegar a la Tierra Prometida, pero Dios los hizo ir por otro, más largo, pues ellos no estaban listos para enfrentar las guerras para entrar al lugar. De lo contrario, ellos se desanimarían e incluso considerarían regresar a Egipto.

“Dios no ve el presente, Él ve el futuro y el pueblo aún no tenía estructura para tomar posesión de la tierra. Entonces, los llevó por el camino del desierto, es decir, del sacrificio”, dijo el obispo Allan Sena, encargado de realizar la reunión a favor del éxito económico en Brasil.

Dios es el mismo

¿Cuántas personas usted ya vio llegar a la Universal en la miseria; usaron la fe, crecieron, dieron testimonio y, de repente, le dieron la espalda a Dios y volvieron a estar en ceros? Eso es lo que el Altísimo quiere evitar que suceda con usted.

“Él va a intentar llevarlo por el camino del desierto, como llevó a los hebreos. Pero allí fue donde los que fueron fieles vieron al Señor manifestándose. Ninguno de nosotros quiere estar en el desierto, pero ahí es donde oramos más, nos rendimos y tenemos las mayores experiencias con Él”, afirma el obispo.

Si usted quiere tener un gran testimonio, su desierto también será grande. ¿Usted va a tirar la toalla o permanecerá apegado a Su Palabra? “Quien murmuró, murió en el desierto. Pero quien permaneció confiado, llegó a la Tierra Prometido”, concluyó.

Si quiere tener fuerzas para alcanzar las promesas divinas, participe en las reuniones del Congreso para el Éxito, que se lleva a cabo todos los lunes, en el Templo de los Milagros. La sede se ubica en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. O bien, acuda a la Universal más cercana a su domicilio.

Los horarios son: 7 a. m., 10 a. m., 12 p. m., 4 p. m. y, especialmente, 7 p. m.