Al menos siete de cada diez mexicanos revisan el celular de su pareja
¿Alguna vez escuchaste la frase «el que busca encuentra»? Pues esta conocida expresión no parece importarles mucho a algunas personas, debido a que un estudio realizado por The Competitive Intelligence Unit (CIU) reveló que el 70 por ciento de los mexicanos han revisado, en algún momento, el celular de su pareja.
De acuerdo con Ernesto Piedras, director de la consultora, «siete de cada diez internautas confesaron haber revisado el celular o computadora como signo de desconfianza», de los cuales, solo el 27.7 % lo hizo con el consentimiento de su pareja.
Si bien a la mayoría le llama la atención revisar el móvil o las redes sociales de sus parejas, «al menos 4 de cada 10 personas que lo hicieron tuvieron elementos para armar “panchos” luego de haber encontrado un mensaje, fotografía o video que los hizo sentir incómodos», agrega.
Además, destacaron que el momento ideal para hacerlo es cuando su pareja está ocupada, durmiendo o bañándose.
La confianza se construye poco a poco, pero esta se puede perder en un segundo. Para el terapeuta Jorge Bucay «La confianza en una relación íntima implica tal grado de sinceridad con el otro que no se contempla la posibilidad de mentirle. Si no existe tal, la relación no trascenderá».
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«Ya no aguantaba los celos de mi esposo»
«Los celos sin razón de mi esposo trajeron consecuencias que deterioraron mi matrimonio. Él me humillaba constantemente con maltrato verbal, decía que me comportaba como una cualquiera.
Muchas veces, encerrada en mi cuarto, pensé en el suicidio y, si no hubiera sido por mis hijos, lo habría llevado a cabo. Ellos eran mi motor para salir adelante.
La gota que derramó el vaso fue cuando ambos nos golpeamos. En ese momento creí que ya habíamos llegado al límite y analicé la posibilidad de separarme.
Gracias a Dios, no lo concluí, pues conocí la Universal, el lugar donde encontré una solución definitiva a mis problemas.
Aquí me enseñaron a usar mi fe para salvar mi matrimonio. Consecuencia de eso, el maltrato físico y verbal fueron reemplazados por amor, unión, respeto y felicidad.
Mi esposo se deshizo de los celos, transformándose en un hombre diferente, centrado y amoroso. Yo me siento valorada, amada y protegida.
Dios no solo restauró mi matrimonio, también me salvó a mí.» -Lorena Yáñez
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