Deja la basura que hay en tu relación en el Camino Santo

“… y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará” (Isaías 35:8).

En el texto sagrado, Dios dice que habrá un Camino Santo por el que no pasará la inmundicia.

La inmundicia es una cosa que se ensucia o se desecha, algo malo, pero ¿qué se puede considerar como basura en una relación? Los celos, la traición, el engaño, los malos tratos, los vicios, las enfermedades, la tristeza, el sufrimiento… en fin, todo aquello que te causa el mayor de los dolores para el que no existe medicina que lo sane: el interno.

Además, existen muchos maridos y esposas perdidos en su matrimonio, e hijos y familiares que se encuentran extraviados sin saber qué hacer o hacia donde ir por no tener quien los oriente, toman decisiones precipitadas que los llevan a una vida de dolor, lágrimas y sufrimiento.

Es por eso que, en este Camino Santo, recibirás la dirección de Dios para que tu vida personal, tu matrimonio o la relación con tu familia sean de risas, paz y felicidad.

Al pasar con fe, ocurrirá la cura en tu interior. Te esperamos los jueves en la Terapia del Amor en cualquiera de los cuatro horarios. ¡No faltes!

Borra los últimos 10 segundos

A veces, necesitamos dejar pasar algunas cosas. Una palabra fuera de contexto o un comentario innecesario en un momento de ira. Evalúa la situación y ve si vale la pena enojarte por eso. Algunas veces tu pareja te pisará duro y querrás explotar, pero no es necesario.

Cuando usas una cámara de video y no te gusta lo que grabaste, regresas, borras y grabas nuevas imágenes. Usa de la misma forma este mecanismo al decirle a tu cónyuge: “Está todo bien, voy a fingir que no vi ni escuché lo que acaba de suceder. Vamos a volver a empezar”.

Usa esta herramienta con buen humor y cambia la situación. Ayúdale a tu pareja al darle otra oportunidad.

Sanaron su interior y se refleja en el exterior

Cristina Nieto

“Mi vida amorosa era muy desordenada, pues procuraba salir con varios chicos para llenar la carencia amorosa que había en mí, los cuales estaban inmiscuidos con drogas, alcohol, cigarro… Sin embargo, no me sentía valorada.

Cuando conocí la Terapia del Amor, aprendí a valorarme y, sobre todo, entendí que para ser feliz solo dependía de mí. Después de un tiempo, con la ayuda de Dios, encontré un buen hombre que me ama y respeta. A quien me lee, le invito a que participe también si quiere recibir lo mismo”.

Solvit Olith

“Mi peor error fue haberme involucrado con un vicioso, pues gracias a eso me volví alcohólica y drogadicta. Intenté suicidarme cuando comprendí que tenía un problema fuerte, ya que el ‘amor’ me hacía quedarme con él, aunque me golpeaba y me prostituía.

Al asistir a la Universal y saber de la Terapia del Amor, encontré la paz que tanto busqué. ‘Este es el lugar correcto para mí’, pensé. Poco a poco, me liberé de los vicios, los miedos, las dudas, la inseguridad y aprendí a amarme a mí misma. ¡Soy plena y feliz!”.

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