Fruto del Espíritu Santo: engendrando vida alrededor

En algunos bosques existe un árbol llamado Samaúma (imagen arriba). Es conocido como la «madre» o la «reina» del bosque. Esta fama se debe al hecho de que, en invierno, almacena agua para mantenerse viva en verano y también para proporcionarles agua a los demás árboles que están a su alrededor. Y así, la flora que la rodea no muere, porque ella genera vida.

Fuentes que brotan

Lo mismo ocurre con los hijos de Dios a través del Espíritu Santo. El Señor Jesús compara a aquellos que son Suyos como buenos árboles que les dan vida a quienes los rodean. Por medio del fruto de una persona, podemos saber cuál es su naturaleza.

«Porque no hay árbol bueno que produzca fruto malo, ni a la inversa, árbol malo que produzca fruto bueno. Pues cada árbol por su fruto se conoce. Porque los hombres no recogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de una zarza. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.» (Lucas 6:43-45).

Así, aquellos que tienen el Espíritu de Dios son fuentes que brotan para la vida eterna, como también señaló el Señor Jesús en otro momento.

«El que cree en Mí, como ha dicho la Escritura: “De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva”. Pero Él decía esto del Espíritu, que los que habían creído en Él habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado.» (Juan 7:38-39).

Estudio del «Fruto del Espíritu Santo»

Por lo tanto, aprovecha esta oportunidad para aprender valiosas enseñanzas de parte de Dios. El miércoles 27 de marzo se llevará a cabo el estudio del Fruto del Espíritu Santo. Puedes participar especialmente a las 7 p. m., en el Templo de los Milagros: Av. Revolución # 253, col. Tacubaya, o bien, en la Universal más cercana.

Y recuerda que esta Semana Santa se llevará a cabo el lavado de pies y la Santa Cena. Así que no te lo puedes perder.