¿Cómo usar el poder de la fe contra la depresión?

En el mundo, miles de personas ya superaron la depresión usando el poder de la fe. Sin embargo, muchas aún no logran ver que esa enfermedad es un problema espiritual. Ellas solo lograrán liberarse de ese mal cuando lo entiendan.

Si usted está sufriendo o conoce a alguien que padezca depresión, participe este viernes en la reunión de Liberación Espiritual y aprenda a usar el poder de la fe para ser libre de la depresión.

No hay razón para continuar sufriendo

No es difícil conocer a alguien que sufre o sufrió a causa de la depresión. La enfermedad afecta a más de 300 millones de personas en el mundo actualmente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta también ya es la principal causa de muertes por suicidio, alrededor de 800 mil casos por año.

Al respecto del tema, el obispo Renato Cardoso señaló la siguiente reflexión:

“El ser humano lucha para vencer todas las enfermedades, para sobrevivir. Aunque el médico diga que tan solo tiene seis meses de vida, el paciente lucha, recibe quimioterapias, intenta prolongar ese periodo lo más que puede. Pero la depresión no es así. La depresión hace lo contrario. Mientras las demás enfermedades hacen que la naturaleza del ser humano luche contra su mal para su sobrevivencia, para su sanidad, la depresión hace lo contrario. Hace que la persona quiera morir. Es la única enfermedad de la cual el paciente no busca ayuda, no busca la sanidad, no busca querer vivir. Él busca la muerte. Eso muestra que hay algo diferente en dicha enfermedad “.

De acuerdo con el obispo, la diferencia es que la depresión no es una enfermedad física, como el cáncer, por ejemplo. La depresión es una enfermedad espiritual.

No permita que usted sea un número más en las estadísticas y determine el fin de la muerte y del estancamiento. Si quiere se libre de la depresión, busque la Universal más cercana a su domicilio, o bien, acuda al Templo de los Milagros, en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya.

(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.